Pagina precedente | 1 | Pagina successiva

Ratzinger explica el cristiano y el mundo contemporáneo

Ultimo Aggiornamento: 11/12/2014 08:52
Autore
Stampa | Notifica email    
OFFLINE
Post: 826
Sesso: Femminile
11/12/2014 08:48



2. Pero si nos fijamos con un poco de precisión aquella verdadera relación del hombre con el "mundo", que apenas hemos terminado de describir, se descubrirá muy rápidamente que, en el fondo de la simple comprensión del "mundo" como creación,  está una cierta abstracción y la superación de ella conduce a un segundo grado del concepto de mundo. 'Mundo' también puede querer indicar la realidad que está delante del hombre, ya moldeada por él. Y sólo aquí el discurso realmente se concreta, porque el hombre que vive en la historia no tiene nada que ver con el mundo puro de la creación. El mundo, que él encuentra y al que se invoca su comportamiento, nunca es en realidad la pura creación de Dios, pero siempre es un mundo ya formado y marcado por el hombre.

Si se trata de alcanzar, bajo este aspecto más realista, una evaluación del "mundo", que produzca el ethos, el problema ya está en términos mucho más diferenciados que antes. Teniendo en cuenta que tenemos que hacer frente también desde otro punto de vista, estemos satisfechos, por el momento, con una idea que se establece mediante la observación de la Biblia.

La Sagrada Escritura indica el fratricida Caín, o su hijo (el texto no es muy claro en este punto), como el fundador de la primera ciudad en la tierra. La ciudad representa aquí la encarnación del mundo hecho por el hombre, compendio de todas las obras civilizadoras. La Biblia las pone en el mismo nivel, cuando inserta los primeros inventores en el árbol genealógico de Caín. Esta clasificación no es una coincidencia; es el recurso estilístico del escritor bíblico para expresar una opinión sobre las realidades técnicas. Él ve en estas cosas, la obra de la voluntad humana independiente, el orgullo de quien quiere prescindir de Dios. El relato de la construcción de la torre de Babel (Gn 11,1-9) se repite una vez más, de manera eficaz, este juicio.

Sin embargo, no se puede en absoluto definir la actitud general de la Biblia como enemigo de la cultura. La Sagrada Escritura termina con la imagen de la ciudad santa que baja del cielo y ve así en la figura de la ciudad la terminación del mundo. El carácter de la cultura humana aparece, al mismo tiempo, como la riqueza de la terminación, en la que debe desembocar el mundo como representación externa de la seguridad definitiva de un mundo configurado por el espíritu para siempre. El juicio sobre éso, que podemos llamar técnica, cultura, civilización, por lo tanto, sigue siendo contradictorio. Estas realidades son las dos promesas y peligros. De todos modos, la Sagrada Escritura no ofrece evidencia ni para una demonización de un solo lado ni para una glorificación exclusiva de la tecnología y de la civilización.

3. Todo se hace más claro si se da un tercer paso, dándonos cuenta de que incluso en el mundo civilizado no existe para sí mismo, sino sólo en unión con los hombres que lo forman y lo producen. Esto significa que nuestro segundo aspecto implica aún una cierta abstracción, desde el momento en que nosotros considerábamos, en cierta manera, el mundo modelado por el hombre sólo en sí mismo, en sí mismo, mientras que éso no existe en sí sino en la unión con el hombre que continuamente lo forma. "Mundo" incluye necesariamente los hombres, no es algo que se podría separar limpiamente del hombre y que se le opone a él, más bien, significa un conjunto particular de formas de actuar de los seres humanos en su relación con la realidad extra-humana, asignada al hombre. Ciertamente se podría definir "mundo" el conjunto de esas formas de actos humanos, en los que el hombre se pone en relación con la configuración de sus formas de existencia terrenal.

Se puede afirmar que, por lo general, cuando decimos mundo, tenemos ante nuestros ojos el "mundo" que existe en los hombres y en su actitud hacia el mundo. Es importante reconocerlo porque si el mundo no debe ser separado del hombre, significa que no se puede separar e incluso ni siquiera contraponer a la iglesia y a los cristianos. El mundo existe también en ellos; ellos también son parte de aquella entidad que se llama mundo y el conflicto con el mundo es siempre, por lo tanto, un aspecto del conflicto de los cristianos consigo mismos (cf. Jn. 15,18-26 .) El concepto de mundo describe simplemente un polos de su existencia particular; el problema  "Cristo y mundo" no es otra cosa, al final, que el problema de la polarización inherente a la existencia cristiana misma, es decir, el ver cómo deben ser coordinados en la vida del hombre cristiano los dos polos, la configuración de determinaciones de la existencia terrena y la focalización en lo eterno.

Me parece muy importante este conocimiento, ya que arroja luz sobre cómo el ser cristiano no se dé nunca sin importar el mundo. Puesto que se concreta en los hombres, cuyo comportamiento es "mundo", también aparece concretamente siempre y únicamente en las relaciones que comprenden el mundo. Este entretejido entre ser cristiano y mundo lleva fácilmente a constatar que en un aparente contraste entre fe y mundo, de hecho, no se defiende contra el mundo que es cristiano, sino sólo una forma histórica particular de las relaciones cristianas con el mundo en comparación con otra ; por ejemplo, el aparente contraste entre fe y mundo esconde la oposición entre los siglos XIII y XX, por lo que la polarización de la existencia cristiana alcanzada en el siglo XIII se trata erróneamente como equivalente a la fe como tal. En los conflictos entre fe y mundo, que se producen a continuación, será necesario de vez en cuando, tener un ojo atento a los peligros de este tipo.

4. En nuestras reflexiones anteriores, el concepto de mundo ha ya adquirido, cada vez más, un contenido antropológico y por lo tanto también ético. Ahora tendremos que verificar  si es posible avanzar una posterior profundización del concepto de mundo, en modo tal que permita darle una formulación todavía más rigurosa. Es posible restringir el concepto de mundo de modo tal de no ver agregadas, como hicimos nosotros, las formas generales de la conducta humana hacia la existencia terrenal, sino sólo la actitud del hombre por el que él solo se decide en favor del intra-mundano, contra lo divino y lo eterno. Es éste el uso del concepto de mundo que se suele encontrar en el Evangelio de Juan y en la primera carta de Juan. El mundo, del que hablamos, se podría definir como todo el complejo de actitudes humanas contrarias a la fe. Juan, cuando puso énfasis en "este mundo", piensa en esta realidad, que, a su manera, forma un "mundo"; Pablo también se refiere a ella cuando habla del presente eón, e incluso a Satanás como el dios de este mundo (2 Cor 4,4).

Aunque el mundo así concebido es precisamente lo contrario de lo que, por su esencia, quiere y debe ser la Iglesia, incluso este mundo, sin embargo, no es una zona aislada que existe junto a la iglesia, estrictamente separada de ella. Por el contrario, en cuanto  y por aquel tanto que la voluntad de independencia, la inclinación a separarse de Dios, a dejarlo de lado, también está presente en nosotros, el mundo existe en nosotros, en medio de los creyentes y enmedio la Iglesia (cf. siempre Gv.15, 1-26.). Y  a la inversa, ya que hay entre los no cristianos la simplicidad del obediente, la paciencia de soportarnos unos con los otros, la veracidad, que no busca su propio beneficio, y la simplicidad del amor verdadero, allí, a la inversa, está presente no el mundo, la esencia de lo cual debe ser, al final, la Iglesia. A partir de este examen resultan algunas consecuencias importantes para el esclarecimiento de nuestro problema.

a) Si el mundo se entiende en el sentido que acabamos de describir como el conjunto de formas de actuar en contra de la fe y, por lo tanto, como una contradicción por esencia de la fe, entonces es obvio que se trata de un concepto negativo, que llama la atención sobre la necesidad de la cruz, sobre la ley del grano de trigo que debe caer en la tierra y muere para dar sus frutos.

b) El mundo así entendido no es, sin embargo, algo cerrado, que se opone a la iglesia, que estaría simplemente fuera de ella y se tendría, por lo tanto, que combatir; es más bien la fuerza autónoma, que se manifiesta constantemente en nosotros mismos, que nos quiere alejar de Dios y, por tanto, nos pone a todos bajo la ley de la cruz. Indicando con el concepto de mundo esta tendencia contraria a Dios, se expresa su universalidad, en virtud de la cual no se puede oponer a la iglesia, sino que debe ser evaluada como un componente de la condición peculiar de cada hombre, incluso del cristiano.

c) A partir de este concepto negativo de mundo no se puede sólo deducir simplemente el ethos cristiano respecto de las realidades terrenas, porque el punto de partida y el contenido del concepto llevan en una dirección completamente diferente. Yo creo que este criterio es de gran importancia y elimine una serie de confusiones, que no raramente saturan el debate de nuestro problema. Se intercambian con facilidad y sin darse cuenta los significados mencionados anteriormente, al segundo y al tercer lugar, con las mencionadas en el último punto y así llegamos a mescolanzad sin perspectivas, que terminan o en vanificaciones de la profunda contestación de la fe a manos del mundo , o incluso en un pesimismo inadecuado, o en singulares mescolanzas de los dos puntos de vista.





Fraternamente CaterinaLD

"Siamo mendicanti e chiediamo agli altri anche le loro idee, come la staffetta della posta che riceve il documento dalle mani di uno e poi corre per darlo ad un altro. Faccio una timida parafrasi delle parole di chi ci ha preceduto nel cammino della fede, per annunciarle ad altri."
(fr. Carlos Alfonso Azpiroz Costa OP
Maestro dell’Ordine)
Amministra Discussione: | Chiudi | Sposta | Cancella | Modifica | Notifica email Pagina precedente | 1 | Pagina successiva
Nuova Discussione
 | 
Rispondi
Cerca nel forum

Feed | Forum | Bacheca | Album | Utenti | Cerca | Login | Registrati | Amministra
Crea forum gratis, gestisci la tua comunità! Iscriviti a FreeForumZone
FreeForumZone [v.6.1] - Leggendo la pagina si accettano regolamento e privacy
Tutti gli orari sono GMT+01:00. Adesso sono le 13:48. Versione: Stampabile | Mobile
Copyright © 2000-2024 FFZ srl - www.freeforumzone.com